Sus propiedades aromáticas hace que se le valore como condimento culinario intensificador del gusto (y digestivo) de los manjares. A nivel energético podemos decir que el romero aporta energía y confianza, lo que hace que sea un buen aliado para cuando estamos cansados ​​tanto física como mentalmente.

Sus propiedades son innumerables: tiene propiedades estimulantes, regenerativas, reafirmantes y antibacterianas. Es un gran reconstituyente y combate el cansancio. También va bien contra la rinitis, los resfriados, la gripe y los dolores reumáticos. Se toma como anticatarral, antiinflamatorio y reconstituyente. Tiene un efecto sedante (sobre todo durante la menopausia). Favorece la circulación sanguínea y refuerza el tejido de las venas, por lo tanto es un buen aliado contra LAS VARICES. También estimula la circulación de la sangre hacia el cerebro, y esto provoca el alivio de algunos dolores de cabeza y favorece la concentración y la memoria.

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En uso externo, podemos decir que es antioxidante, que retrasa el envejecimiento celular, estimula el cuero cabelludo, combate las ojeras debido al cansancio, para aliviar el dolor de rampas, el reuma y para tonificar los músculos en caso de fatiga muscular, pesadez de piernas y dolores articulares. Sirve contra el acné y cualquier problema relacionado con una producción excesiva de grasa. Estimula la circulación y es adecuado contra la celulitis, calma los dolores musculares. Favorece la recuperación de los músculos después del ejercicio y mejora la elasticidad de la piel.