Crema facial reparadora

La crema facial reparadora fue la primera facial que creé, ya que era ideal para mi edad. Hacía tiempo que buscaba una crema que me enriqueciera la piel, que ya empezaba a tener más síntomas de envejecimiento.

Puse ingredientes muy nutritivos como el aceite de aguacate, la manteca de karité, el agua de rosas y el áloe vera.

Quería ampliar su composición con un pedazo de las plantas medicinales que encontraba en el Montseny. Investigando, me maravillé de ver que la cola de caballo aporta una cantidad importante en sílice. Este elemento ayuda a la formación del colágeno, que a medida que nos hacemos mayores cada vez generamos menos. También descubrí las maravillosas propiedades de la margarita (Bellis perennis) la que regula la producción de melanina (evita que te salgan más manchas), es antioxidante y ayuda a que otros componentes activos puedan entrar en la piel. No me quedé aquí, ya que tenía caléndula (Calendula officinalis) también le añadí por su propiedad de ser cicatrizante, emoliente y que está indicada en pieles dañadas. El hipérico le da unas propiedades regenerativas, astringentes, antibacterianas y cicatrizantes muy importantes. Me encanta pensar en esta planta como una planta de brujas, mágica, que cada año sale en un lugar diferente y tengo mis peripecias para encontrarla. Ahora, cuando la encuentras es un momento muy mágico, ya que es una planta muy apreciada por mí, por todo el potencial medicinal que tiene. También encontrará dentro de la quema las propiedades del trébol rojo, que cuando lo observo en la naturaleza es una planta con mucha energía, y cuando lo arrancas vuelve a salir como si nada, esta fuerza de regeneración que transmite, es la que he querido añadir a la crema. Y por último, el maravilloso castaño de india que activa la circulación.

Todas estas plantas, las puedo encontrar en el Montseny, de manera silvestre, y otros en casas de campo. Me encanta haber captado la esencia de cada una de estas plantas dentro de la quema, y ​​lo que más me gusta es poderlas recoger por los rincones del Montseny.